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"Inundaciones en Valencia: un compromiso con el presente y el futuro"

Lunes, 11 Noviembre, 2024

En los últimos días, Valencia ha sido testigo de una tragedia que ha dejado una huella profunda. Las inundaciones han costado vidas, han destruido hogares y han afectado a miles de personas. Hoy somos el foco de atención mediática, pero cuando las cámaras se apaguen y la actualidad avance hacia otros temas, no podemos permitir que se desvanezca nuestro compromiso con las soluciones necesarias. Las decisiones que tomemos ahora definirán la seguridad de nuestras comunidades, no solo para el presente sino también para las generaciones futuras.

Un agradecimiento a quienes ayudan en tiempos de tragedia

En estos momentos de dolor y desolación, es imprescindible agradecer el esfuerzo, la valentía y el compromiso de miles de personas de toda España que, desde el primer minuto, han acudido en ayuda de quienes lo han perdido todo, incluso la vida. Jóvenes voluntarios, cuerpos de seguridad, militares, bomberos, agricultores y muchos más han trabajado sin descanso para rescatar, asistir y brindar apoyo a los afectados. Aunque la magnitud del desastre haya sido tal que pareciera que no había nadie, su labor ha sido y sigue siendo indispensable para la recuperación. A todos ellos, nuestro más sincero reconocimiento.

Valencia y su vulnerabilidad histórica: comarcas en riesgo

Valencia, debido a su ubicación y climatología específica, ha enfrentado históricamente fenómenos como la gota fría y las DANAs. Las riadas del Turia en 1957 y del Júcar en 1982, como señalan documentos técnicos como "Las Inundaciones de los Ríos Júcar y Turia" y la "Actualización del Plan Sur de Valencia", motivaron grandes inversiones en infraestructuras como el desvío del cauce del Turia y la reconstrucción de presas. Sin embargo, comarcas como la Ribera y l'Horta Sud continúan siendo especialmente vulnerables, debido a su proximidad a barrancos y ríos que históricamente han protagonizado crecidas. La situación actual demuestra que el riesgo sigue siendo latente y exige una actuación integral y constante, especialmente en un contexto de cambio climático que intensifica la frecuencia y la severidad de estos eventos.

El crecimiento urbano no es el enemigo, pero necesita planificación

Es vital comprender que el crecimiento urbanístico es necesario para el desarrollo de nuestra sociedad. Necesitamos más viviendas y suelo industrial. Sin embargo, este crecimiento debe integrarse con criterios de prevención de riesgos de inundaciones. No se trata de demonizar el desarrollo urbano, sino de planificarlo de manera responsable y con visión de futuro, asegurando que cada área nueva o existente cuente con niveles de seguridad adecuados.

Medidas urgentes e integrales para una gestión eficaz

1. Crecimiento urbano sostenible: Es imperativo identificar las zonas más adecuadas para el desarrollo y aplicar medidas que garanticen la seguridad de todos los barrios, actuales y futuros. Esto incluye la incorporación de estudios hidrológicos y geomorfológicos en la toma de decisiones urbanísticas.

2. Reforzamiento de infraestructuras hídricas: El nuevo cauce del Turia y las medidas implementadas hasta ahora deben ser reevaluadas y mejoradas. Las propuestas incluyen la reforestación, la gestión de crecidas y otras acciones que permitan reducir el impacto de los eventos extremos. Debemos adoptar un enfoque que combine soluciones estructurales y naturales.

3. Reconstrucción resiliente: Las infraestructuras dañadas por las recientes inundaciones deben reconstruirse con criterios de sostenibilidad, pensando en un futuro marcado por fenómenos climáticos extremos. Esto no es solo una reparación, sino una oportunidad para construir mejor y con más resiliencia.

4. Monitorización, alerta temprana y educación ciudadana: Los sistemas de monitorización y alerta deben ser robustos, con la capacidad de prever y mitigar el impacto de futuros eventos. Además, la educación de la ciudadanía para entender los riesgos y actuar de manera preventiva es fundamental para reducir el impacto de estas tragedias.

Apoyo a las víctimas y recuperación de servicios esenciales

Mientras escribimos estas líneas, ya hemos comenzado a despedirnos de algunas de las víctimas, aunque aún quedan desaparecidos. Este dolor nos recuerda que el apoyo a las víctimas debe ser integral: asistencia psicológica, social, técnica y económica. La recuperación de infraestructuras esenciales, como carreteras, ferrocarriles, servicios de agua potable, electricidad, telecomunicaciones… ha sido una prioridad desde el primer momento, aunque, por supuesto, lo primero era y es la retirada del barro, la búsqueda de los desaparecidos y el despeje de los escombros.

El valor del conocimiento y la colaboración: un ejemplo desde la Universitat Politècnica de València

La Universitat Politècnica de València (UPV) y su Departamento de Ingeniería Hidráulica y Medio Ambiente son un ejemplo de las instituciones y recursos a los que nuestros responsables políticos pueden acudir. Con múltiples estudios realizados sobre esta temática, tanto en Valencia como en otras áreas del Mediterráneo, la UPV ofrece un conocimiento técnico valioso que puede guiar decisiones informadas y sostenibles. No parten de cero: su experiencia es un pilar sobre el que construir estrategias de resiliencia hídrica y prevención.

El foco mediático se apagará, pero nuestro compromiso no debe hacerlo. Este es el momento de demostrar que aprendemos de nuestras tragedias y actuamos con responsabilidad. Las decisiones que tomemos hoy protegerán a las generaciones futuras asegurarán que la memoria de quienes han sufrido no sea en vano. Es hora de actuar con determinación, coherencia y visión de futuro. Desde el CITOP nos hemos puesto desde el primer momento a disposición de las autoridades y la sociedad. Seguiremos estando ahí, hoy, mañana, y siempre.

Autor: Carlos Dueñas, Presidente del Colegio de Ingenieros Técnicos de Obras Públicas.